“Todo
cambio interior repercute en el exterior, porque lo que es adentro es afuera”
-Laura
Esquivel-
Probablemente en alguna ocasión de tu vida te habrás preguntado:
¿Es posible cambiar? ¿Qué significa cambiar interiormente y cuándo cambiar?
En este artículo os explico el significado que tiene el hecho de realizar cambios interiores y las razones por las cuales no has de tener miedo a dichos cambios, son necesarios y entenderás el por qué.
¿Qué
significa realizar un cambio interior?
Significa
modificar nuestra forma de sentir o de reaccionar frente a un evento dado basado
en la etapa evolutiva en la que se encuentra.
Por ejemplo, una persona fumadora desde la adolescencia, en su etapa de
madurez decide dejar de fumar por salud, para conseguirlo realizó un cambio
interior; una persona que no tomó conciencia de la necesidad de comer
saludable, decide comenzar a prestar mayor atención a los alimentos que ingiere
realizó un cambio interior; una persona que decide buscar las formas de mejorar
su relación de pareja, también realizó un cambio interior, una persona que quiere
ser más responsable y comprometida consigo misma, realizó un cambio interior.
Lamentablemente,
muchas personas temen realizar cambios. Para algunas, cambiar representa
abandonar lo conocido, lo familiar, llamado en un proceso de Coaching 'la zona de confort'. Para otras,
cambiar, representa aceptar que no es feliz y en consecuencia ha de cambiar o
modificar alguna área de su vida.
Cambio interior es sinónimo de evolución.
Cambiar
significa tener la flexibilidad necesaria para modificar nuestro modo de ver
las cosas (o de actuar) con el fin de lograr nuevos y mejores resultados.
Cambiar
significa tomar conciencia de nuestros comportamientos de tal manera que seamos
nosotras quienes determinemos qué es bueno y no tan bueno para nuestras vidas.
Cambiar,
es un proceso de transformación interna que nos permite comenzar a dirigirnos
en una nueva dirección, alejándonos de lo que nos desagrada y perjudica, y
acercándonos hacia lo que nos beneficia y produce placer.
¿Temer a los cambios? ¡Toda vida es un cambio!
Las
personas que realmente logran realizar sus metas y objetivos, son personas que
saben que cambiar, es tener la oportunidad de aprender algo nuevo y diferente.
Cambiar es explorar lo que está más allá de nuestros conocimientos actuales.
Cambiar es expandir nuestros propios límites.
Nunca
olvidemos que la llamada 'realidad',
no es más que nuestra percepción e interpretación de la realidad absoluta que
nos rodea, por tanto, cada ser humano individualmente, tendrá su “propia realidad absoluta” y en
consecuencia otra visión del mundo. Cambiar interiormente significa, expandir
esa limitada realidad parcial.
Cuando
logramos entender que nuestra vida es única
e irrepetible; cuando alcanzamos a comprender que somos nosotras quienes tenemos
el compromiso y responsabilidad de proteger la salud de nuestro cuerpo (llevando
una vida saludable y realizando ejercicio moderado en forma regular); cuando
alcancemos a valorar que la calidad de nuestra relación de pareja (o de la relación
con nuestros hijos) depende, no sólo de las horas que trabajamos y del dinero
que aportamos a nuestro hogar, sino también del apoyo, comprensión y respeto
que demostramos por esas personas que tanto amamos, entonces habremos comenzado
a hacer cambios que nos dirigirán hacia una vida más plena y feliz.
No
es necesario que algo vaya mal en cualquier área de nuestras vidas, para que decidamos cambiar. Siempre es
posible mejorar, inclusive; lo que ya
está bien.
¿Deseamos
sentir mayor seguridad, confianza y autodeterminación?
¿Deseamos
llevar a nuestra relación de pareja (o la relación con nuestros hijos) a un
nivel superior de amor, entendimiento y comprensión?
¿Deseamos
mejorar nuestra situación actual con referencia a temas fundamentales como; los
estudios, el trabajo o la profesión?
Podemos
lograr cualquier cosa que nos propongamos, especialmente si entendemos que
cambiar interiormente es la clave para seguir creciendo y evolucionando.
Vivamos con pasión y entusiasmo, sabiendo que ¡Querer, es Poder!