" Nadie cambia , si no siente la necesidad de hacerlo ". ( Henry Ford )
El hombre es un ser social por naturaleza, cuando nace no posee las habilidades ni los conocimientos necesarios para desarrollar su identidad social en la comunidad. Tiene que realizar un proceso y a este proceso se le denomina "Proceso de Socialización " .
Este proceso no termina nunca, de forma permanente nos encontramos rodeados de símbolos, normas, valores, creencias, etc. que condicionan nuestros comportamientos.
El ser humano aprende, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio y los integra en las estructuras de su personalidad bajo la influencia de las experiencias y agentes significativos, adaptándose así al entorno social en cuyo seno se tiene que vivir.
La sociedad cambia, crece y madura motivada por factores económicos, políticos y sociales; que a su vez, influyen sobre las personas que la conforman.
Por tanto, construir la identidad implica decisiones ante pequeñas y grandes crisis. No es un proceso secuencial, ya que en todo momento actúan circunstancias, tanto internas como externas, que crean una necesidad imperiosa de adaptación.
En el camino de esta construcción de identidad, es posible adoptar dos posturas muy diferentes:
- La actitud de rechazo: Que consiste en aferrarse a lo que uno ha sido hasta el momento. El cambio se define por la pérdida del status alcanzado y conduce a sentimientos de defensa y desdicha ante la pérdida.
- La actitud reflexiva: La crisis se vive como "una conversión identitaria". El cambio es percibido como una oportunidad de crecimiento que permite renovar creencias y conocimientos.
La construcción de la identidad, por tanto, es una tarea básica que establece la semilla de diversas actuaciones como la toma de decisiones, el autoconocimiento o la aceptación de posibilidades y limitaciones.
¿Qué? ¿ Te atreves a cambiar de actitud ?
" Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena ".
( Paulo Coelho )