Los cambios en la relación:
Es el momento de buscar soluciones constructivas que ayuden a mejorar la relación. La
motivación que tenga la pareja es fundamental para resolver los problemas.
Querer es poder, por consiguiente si amb@s están dispuest@s a cambiar es
probable que la convivencia salga adelante. Pero si hay desacuerdos, desmotivación
y no hay una intencionalidad clara para resolver la crisis, es probable que la
relación se deteriore progresivamente.
A continuación alguna sugerencias para
el cambio:
- Estilo de comunicación. La forma como dialogamos determina el avance del conflicto o la
resolución del mismo. Existen contaminantes que afectan gravemente la
comunicación. Son basurillas que hay que eliminar mediante el saneamiento de
las habilidades para dialogar. Por ejemplo: Evitar los gritos, llegar a acuerdos, aprender que algunas veces hay
que ceder, disminuir el orgullo, relajarnos con la respiración, aprender a
escuchar y ponerse en el lugar de la otra persona
- Expresión de afecto. La relación se nutre del afecto. Por consiguiente no lo podemos
descuidar de ninguna manera. Es como buscar un tesoro perdido bajo una capa de
indiferencia, olvido y represión que hay que desenterrar y recuperar con la
ayuda de amb@s. Por ejemplo: Dar y recibir abrazos, no olvidarnos de los besos diarios, expresar
palabras cariñosas, mejorar el estado de ánimo, cultivar la autoestima y más
formas de expresión de afecto.
- Vida sexual. La sexualidad es otro pilar de la pareja. El deterioro de la relación
también afecta la vida sexual. Es conveniente resolver los conflictos de pareja
para tener una actividad sexual saludable. Hay que evitar llevar las
discusiones al terreno de la intimidad sexual, ya que la perjudica. Por ejemplo: Recuperar la chispa sexual,
enriquecer la comunicación íntima a través del lenguaje corporal, los cinco
sentidos y las palabras.
- Repartición de tareas. La relación de pareja es como una cooperativa, la cual necesita de la
participación, el compartir y la solidaridad de amb@s. Por ejemplo: Cooperar en las funciones del hogar, planificar la
economía y tomar decisiones junt@s.
- Motivación. Si no hay motivación suficiente la pareja cae en la rutina y la
desesperanza. Es recomendable desempolvar las ilusiones, el deseo y la
complicidad. Por ejemplo: Preparar actividades divertidas que sorprendan a la pareja y revivir
los buenos momentos que han pasado junt@s.