"La madre adolescente es en cierto sentido una niña, que de pronto se ve arrojada al mundo adulto sin estar preparada para ello".
CONSECUENCIAS, COMPLICACIONES O RIESGOS DEL EMBARAZO PRECOZ PARA LOS ADOLESCENTES
En nuestra cultura es habitual, aunque cada vez menos, que el embarazo no deseado conlleve un matrimonio posterior más o menos "forzoso”. Pero al igual que el embarazo, estos matrimonios tampoco suelen ser deseados, ya que muchas veces obedecen a presiones sociales o familiares. Dado el estado de frustración y malestar psicológico que suelen tener los cónyuges, su falta de habilidades para resolver conflictos, los problemas económicos y el escaso conocimiento mutuo.
Consecuencias para la Chica:
Tradicionalmente se había
considerado que un embarazo no deseado tenía para la chica sólo algunas
consecuencias orgánicas, con un efecto limitado en el tiempo. Sin embargo, hoy sabemos
que, desde el momento en que sabe que se ha quedado embarazada, y tome la
decisión que tome (abortar o tener el hijo), está expuesta a importantes
consecuencias, no sólo orgánicas, sino también psicológicas, sociales,
económicas educativas y laborales. Los efectos de muchas de ellas pueden
extenderse, incluso, hasta muchos años después del embarazo.
Consecuencias iniciales (Ante la confirmación del embarazo):
Conocer que está
embarazada sin quererlo, supone un fuerte impacto psicológico para la chica. En
general el miedo, el estrés y la ansiedad son las reacciones iniciales. Son
múltiples las dudas que se le plantean: ¿Qué puede hacer? ¿Cómo reaccionará su
pareja? ¿Cómo se lo va a decir a sus padres y cómo lo tomaran? ¿Qué va a
ocurrir con su vida? A este respecto, hay que tener en cuenta que lo más
habitual es que la chica no disponga de estrategias adecuadas de afrontamiento
y resolución de este tipo de problemas.
Consecuencias asociadas a la decisión de tener el bebé:
Si decide quedarse con el
bebé, puede estar expuesta a diversas consecuencias orgánicas, psicológicas,
sociales, económicas y educativas. Además, tiene grandes posibilidades de
quedarse, en un corto período de tiempo, nuevamente embarazada.
Consecuencias orgánicas:
Durante la gestación, el
parto y el post-parto son mucho más probables toda una serie de problemas
orgánicos que pueden afectar notablemente a la madre y al hijo. Esto ha
motivado que los embarazos en la adolescencia hayan sido considerados de alto
riesgo por la Organización Mundial de la Salud. Durante la gestación son más
frecuentes las anemias, las alteraciones de peso, el crecimiento uterino
inferior a lo normal y los abortos espontáneos.
Las complicaciones
durante el parto y el post-parto son también muy importantes. La tasa de
mortalidad es también más elevada. Por encima de esta edad, parecen ser mucho más
relevantes diversos factores de tipo psicológico y social. Entre los factores psicológicos
destaca el inadecuado y escaso o nulo cuidado prenatal que suelen tener estas
madres. Este escaso cuidado prenatal parece estar motivado, entre otras cosas,
por el hecho de que aproximadamente el 80% de estos embarazos no son deseados,
lo que favorece la tendencia a ocultarlos, y por los malos hábitos de salud que
suelen tener estas madres.
Respecto a los factores
de tipo social, el fundamental sería el bajo estatus socio-económico y
sociocultural que suelen tener estas chicas.
"La madre adolescente es en cierto sentido una
niña, que de pronto se ve arrojada al mundo adulto sin estar preparada para
ello".
Consecuencias psicológicas:
Esta nueva situación
lleva a la adolescente a gran cantidad de problemas psicológicos, ya que la aceptación
de ser madre o del matrimonio son grandes pasos para los que no está preparada.
Esto hace que se sienta frustrada en sus expectativas de futuro. Algunos autores
llegan a afirmar que el embarazo en la adolescencia supone el inicio de
un "síndrome del fracaso", ya que la
adolescente suele fracasar en el logro de las metas evolutivas de la adolescencia,
en terminar su educación, en limitar el tamaño de su familia, en establecer una
vocación y conseguir ser independiente.
Esta situación tal vez
explique la baja eficacia personal percibida en estas madres y la mayor
incidencia de baja autoestima, estrés, depresión, e incluso, de suicidios,
todos ellos problemas muchos más frecuentes entre las adolescentes embarazadas
que entre sus compañeras no embarazadas. No obstante, no podemos estar
plenamente seguros de que estos problemas psicológicos sean consecuencias del
embarazo. Tal vez sean causas, o causas y consecuencias a la vez. O puede,
incluso, que no sean ninguna de las dos cosas y que exista alguna otra tercera
variable a la que se deban estas asociaciones.